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Marketing Emocional






¿Alguna vez te has sorprendido emocionado por un anuncio ante su profundidad y luego descubres que te quieren vender un coche? Yo sí, cientos de veces y la razón es el marketing emocional. 

Ante una industria que produce en masa miles de productos sustitutivos, impera la necesidad de diferenciarlos, es decir, de hacer que un producto parezca mejor que otro cuando realmente ofrecen casi las mismas prestaciones. Ahí es cuando interviene la publicidad, la que busca hacernos vibrar, tocar nuestra fibra sensible para despertar un deseo o una necesidad imperiosa. 

Ya no vale que nos quieran vender directamente pues, con el surgimiento del Marketing 2.0, utilizamos las redes sociales para dar nuestra opinión, informarnos, enaltecer a una marca o hundirla en la propia miseria. Somos capaces de interactuar con las grandes firmas y hacernos oír para que sepan qué nos gusta y qué no.

Por ésto estamos ávidos de información, la cual nos llega de todas partes de forma continuada, y si quieren ofrecernos algo, debe destacar de forma sutil, indirectamente para provocarnos una experiencia, una emoción. Al fin y al cabo es común en todos los seres humanos, todos sentimos y padecemos e intentamos evitar el sufrimiento para sustituirlo por comodidad o placer.

En definitiva el marketing emocional tiene la capacidad de hacernos soñar y, algunas veces, de cuestionarnos nuestra propia existencia. Así que utilízalo en tu estrategia de marketing, "humaniza tu marca corporativa y personal"

Aquí os dejo algunos ejemplos:






Autor: Juan Antonio Rodríguez Utrera


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